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Equipo para fotografiar aves


Este elemento es el más fácil de tratar, aunque puede ser el más difícil de
conseguir según la disponibilidad de recursos.


Tipo de cámara. La fotografía de aves se puede realizar con cámaras compactas y con cámaras profesionales. Algunos observadores de aves aprovechan los monoculares para tomar fotografías, montándoles una
cámara digital (compacta o profesional) con adaptadores específicos. Esta técnica se denomina en inglés “Digiscoping” y no se observa en el país.


En opinión del autor, lo más apropiado es usar una cámara del tipo DSLR (Digital Single Lens Reflex) o DSLT (Digital Single Lens Translucent) . La razón es que la fotografía de aves requiere mucha rapidez y versatilidad.
Las cámaras réflex (y también las translucent) son más veloces al enfocar que las cámaras compactas y permiten disparar en ráfaga con efectividad, una función muy usada para garantizar una foto del ave antes que se vaya del lugar o, capturar una mejor pose, si el ave ya se logró fotografiar.

La versatilidad de este tipo de equipo tiene que ver con la capacidad de intercambiar lentes de mayor o menor alcance según la necesidad, usar flash externo para mayor potencia de luz y aplicar diferentes modos de captura (prioridad de apertura, prioridad de velocidad, etc.) según el estilo del fotógrafo; Uno de los aspectos más importantes de la versatilidad de estos equipos, es su capacidad para mantener la calidad de la fotografía a medida que la cantidad de luz natural se reduce. Con gran frecuencia la fotografía de aves tiene lugar en la sombra, entre las ramas de un árbol en medio de un bosque, también suele ocurrir que la faena se prolongue al atardecer; en estos casos, es muy útil subir la sensibilidad de la cámara (factor ISO), a fin de aumentar la velocidad del obturador para que las fotos no queden “movidas”. Esto normalmente introduce “ruido” en la fotografía, en cantidad que depende de la calidad del equipo. Las tecnologías mejoran continuamente, pero está demostrado que las cámaras réflex tienen una mayor capacidad de manejo del ruido a altos números ISO, que en la experiencia del autor, son tolerables hasta niveles de 800 o 1600, según la cámara.


Al seleccionar una cámara réflex, es importante tener en consideración primordialmente la disponibilidad y precio de los lentes necesarios. Características fundamentales son la velocidad de ráfaga (al menos 5 marcos por segundo) y una resolución de 12 megapíxeles o más, a fin de poder imprimir en prácticamente cualquier tamaño. En todo caso, es importante notar que para fotografías pequeñas, como es el caso de las orientadas a libros, 10 megas de resolución o incluso menos pueden bastar.

Lentes . Se dice que “el dinero inteligente se invierte en lentes, no en cámaras”. Esto es en general cierto, después de haber seleccionado una cámara de buena calidad al menor costo. La razón es que de la calidad del lente depende el grado de detalle y la saturación (color), aspectos ambos fundamentales en la fotografía de aves. Cada marca de cámara tiene su propia montura, y por tanto, su propia disponibilidad de lentes, por lo que la selección de la marca de cámara debería responder – primordialmente- a la disponibilidad de lentes, ya que en general, se
estima que los lentes de marca son los mejores. No obstante, existen ofertas de terceros fabricantes con excelente calidad y normalmente precio menor que los lentes de las marcas de cámaras. El desempeño de estos lentes puede revisarse en sitios especializados de evaluación para este tipo de equipos.

 

En general, la fotografía de aves requiere lentes de largo alcance, conocidos como Teleobjetivo o Telefoto . El alcance se mide en milímetros (mm) y se denomina longitud focal. El autor utiliza básicamente dos lentes: uno
de 70-300mm (Telefoto) y uno de 500 mm (Súper Telefoto). El primero es útil para fotografiar aves grandes y/o relativamente cercanas, como en el tipo de situación que ocurre en la costa o el zoológico. Este tipo de lente
también se usa para fotografiar colibríes , siendo conveniente en este caso acompañar de flash para “congelar” el movimiento del ave. El lente súper telefoto es muy importante, debe aportar una longitud focal de al menos 400mm, a fin de capturar imágenes de aves pequeñas o medianas que se encuentran relativamente lejos; aunque por supuesto, este equipo permite muchas otras posibilidades. Existen lentes de mayor alcance, pero son extremadamente caros, grandes y pesados, por lo que su uso en la fotografía de aves es complejo, al menos a nivel de hobbies, ya que se suele caminar por varias horas en contextos como la montaña, siendo difícil cargar y apuntar con lentes muy pesados; en estos ámbitos, la práctica de fotografía del autor es a mano alzada  “handheld”), es decir, sin trípode ni monopie, debido a que el tiempo para fotografiar el ave, en la mayoría de los casos, es muy corto -a veces menos de un minuto-, dificultándose el armado de un sistema estabilizado de este tipo.

 

No obstante, es importante notar que muchos expertos recomiendan el uso de trípode a altas longitudes focales, por lo que la decisión depende del estilo del fotógrafo, y del equipo que use. Por ejemplo, una cámara con
capacidad de altos números ISO y lentes estabilizados (Casos de Canon y Nikon) o cámara con estabilización interna (Caso de Sony y Pentax) hacen más viable la fotografía a mano alzada. Una solución de amplio espectro puede ser un lente de longitud focal variable (zoom) en un rango amplio, por ejemplo, 70-400mm. En este
tipo de alcance, las diferentes marcas líderes presentan ofertas con algunas diferencias (70-400mm, 80-400mm, 100-400mm, etc.). También existen ofertas más económicas de terceros para rangos como 120-
500mm y 150-500mm. El principal atractivo de estas últimas opciones es el precio (entre ½ y 2/3 respecto al precio de las marcas líderes). La razón de precios menores en las marcas de terceros es una combinación de aspectos
de marketing y de calidad, esta última relativa a los materiales y a la capacidad de mantener la calidad de la imagen en las partes más altas de la longitud focal.

El grado de “velocidad” de los lentes, también llamada “luminosidad”, depende su apertura. Mientras más abierto es un lente, más luz entra a la cámara y por tanto, más velocidad para la fotografía. La abertura se maneja como “numero f” , y se presenta en números tales como 2.8, 4.0, 5.6 y 8. Mientras más bajo el numero f, mayor abertura y viceversa. La distancia entre los números f se conoce como “parada”, e implica proporciones de luz diferente. Por ejemplo; f4.0 implica la mitad de luz que f2.8, f5.6 la mitad que f4.0, f8 la mitad que f5.6, etc. Lógicamente,
mientras más luminoso es el lente, mayor es su precio. Una denominación relativamente accesible puede ser un lente f4-5.6, que aunque no es tan luminoso, no necesariamente representa problema en nuestro, país especialmente considerando que la mayor parte del año se dispone de mucha luz solar.


Una opción adicional para aumentar la longitud focal es usar un teleconverter, también llamado extender. El teleconverter es un lente con forma de anillo, que se ubica entre la cámara y el lente principal, generalmente un telefoto. Su función es multiplicar la longitud focal, en un factor que usualmente es 1.4x o 2x, lo que equivale a 40 y 100%, respectivamente. Aunque el costo monetario de estos equipos es relativamente bajo, existen importantes costos técnicos: en primer lugar, dependiendo del factor 1.4x o 2x, reducen la entrada de luz en 1 y 2 “paradas” (números f ), respectivamente, en segundo lugar, reducen la nitidez y resolución, al incorporar más cristal entre la cámara y el lente telefoto, que no necesariamente tiene la misma calidad que este último. 

El fotógrafo debe evaluar el costo beneficio según los requisitos del trabajo y la disponibilidad de recursos.
Flash externo. Es opcional, puede ser útil al atardecer en un bosque, cuando la luz disminuye considerablemente y se desea continuar con la faena. También es recomendado para fotografiar colibríes.
Las marcas de cámaras con la mayor disponibilidad de lentes son –discutiblemente- Canon, Nikon y Sony, siendo conveniente importar los equipos directamente desde los Estados Unidos a través de alguna empresa especializada en manejo de carga, debido a que el mercado local de equipo fotográfico es muy reducido, por lo que no existen muchos lentes en plaza y los precios de los pocos que se ofertan localmente son considerablemente mayores en comparación con los niveles internacionales. Una aproximación al costo total de los equipos si se adquieren nuevos es la siguiente (precios en Estados Unidos):


◙ Cámara réflex de 12 a 18 megapíxeles y 4 a 5 marcos por segundo: US$600 a US$1,000.00
◙ Lente en el rango 70-400mm: US$1,350 a US$1,800.00 para marcas líderes; US$900 o un poco menos para ofertas de terceros.


A estos precios se agrega el costo de fletes (aproximadamente US$4 por libra), seguros, desaduanaje e IVA (actualmente, estos equipos no están gravados con otros impuestos de importación). En total, un equipo
fotográfico profesional puesto en El Salvador cuesta aproximadamente 16% por encima del costo en Estados Unidos. A fin de reducir el monto de la inversión inicial, se puede utilizar, como ya se ha advertido, lentes de terceros fabricantes (Por ejemplo: Sigma o Tamron). Si se dispone de una cámara Canon o Nikon, se necesita
lentes estabilizados, ya que los cuerpos de estas marcas de cámaras no disponen de sistema de estabilización (lo colocan en sus lentes). Los lentes estabilizados se identifican como: IS por Image Stabilization en Canon,
VR por Vibration Reduction en Nikon, VC por Vibration Compensation, etc.). Los sistemas Sony y Pentax disponen de estabilización interna en los cuerpos de sus cámaras. Para la reducción de costos en la inversión de equipo, es de tener en cuenta que el mercado local de cámaras y lentes usados está creciendo rápidamente en internet. Variadas opciones atractivas en precio y calidad están apareciendo en forma creciente en los principales sitios
de comercio electrónico local . En estos sitios es muy factible encontrar cámaras alrededor de $400 y lentes de mediano telefoto por $250.


Otra estrategia de inicio con inversión reducida seria comenzar con una cámara “supercompacta”, es decir, las que se presentan con un amplio “zoom”. Estas cámaras actualmente se venden en el mercado local por precios entre US$225 y $600, para rangos de 12x a 35x, equivaliendo este último al alcance de los Teleobjetivos de 500mm ya referidos. No obstante, es importante tener en cuenta que estas cámaras disponen de sensores de menor tamaño, por lo que la capacidad de mantener la calidad al reducirse la luz natural es considerablemente menor.
Asimismo, a grandes longitudes focales pueden presentar problemas de aberración cromática, bajo rango dinámico y degradación del detalle.


Un factor crucial de decisión es el tipo de aplicación perseguida con la fotografía: impresiones grandes requieren definitivamente de una DSLR, mientras que impresiones pequeñas (por ejemplo, para un libro), podrían ser realizadas con imágenes de una cámara supercompacta.

 

Tomar fotografías de aves es considerablemente más complejo que observarlas con Binoculares o Monoculares; se requiere de al menos tres elementos: equipo apropiado, técnicas adhoc y una buena dosis de paciencia.

Técnicas fotográficas

El segundo aspecto de la fotografía de aves es complejo. Las técnicas dependen del contexto, la destreza y el estilo del fotógrafo, por lo que constituyen una mezcla personal. No obstante, es posible presentar algunas reflexiones:


◙ Acercarse lo más que se pueda al ave (obviamente sin asustarla). Estar cerca es la mejor receta para lograr mayor detalle y color. Un lente con longitud focal elevada es útil y necesario, pero nada sustituye la cercanía al objeto. Además, algunos lentes de tipo telefoto pueden incorporar problemas como la aberración cromática (alteración de colores) a la distancia, si no son modernos o de suficiente calidad. Acercarse con sigilo, aproximándose sin mirar directamente al ave, es lo apropiado.
 

◙ Ocultarse. Esto es posible detrás de un arbusto o tronco de un árbol. También desde el interior de un vehículo estacionado, algo a lo que curiosamente, las aves no parecen temer. En otros países es común usar algún tipo de camuflaje o cortinas. La vestimenta de color verde olivo u obscuro ayuda.
 

◙ Estabilizar la cámara. Como se ha mencionado, las cámaras Sony y Pentax disponen de mecanismos de estabilización dentro del cuerpo de la cámara, mientras que otras marcas como Canon o Nikon los incluyen
dentro de cada lente. Estos sistemas ayudan considerablemente a compensar el movimiento de la cámara, sin embargo, muchos fotógrafos profesionales recomiendan utilizar algún método de estabilización adicional cuando se fotografía a distancias focales elevadas, tal como como un trípode o un monopie. En opinión del autor, sin embargo, el tiempo disponible es a menudo muy corto para organizar la toma con trípode una vez que un ave aparece, particularmente en las montañas; también ocurre que se pierde versatilidad al perseguir las aves a medida que se desplazan entre árboles o las condiciones no son apropiadas para el fotógrafo, por ejemplo mientras se desplaza en una lancha. Por este tipo de razones, es necesario utilizar mecanismos alternativos de estabilización cuando se toma fotografías a mano alzada. En la escuela de fotografía digital (Digital Photography School, DPS ) se presentan las siguientes recomendaciones: a) coloque sus codos contra el abdomen, mientras sostiene la cámara con la mano derecha y el lente con la izquierda. Dispare después de exhalar completamente (ensaye esta técnica para lograr mayor relajación y practica) b) eleve su hombro
izquierdo, como disparando un fusil, sosteniendo la cámara como se indica en el literal anterior c) simule un trípode con su rodilla, esto se logra en posición sentado/a sobre el suelo d) acuéstese sobre el suelo, boca abajo, apuntando en posición de francotirador, en esta posición, el lente descansa sobre su mano izquierda e) posición de ametralladora: en este caso se apoya el lente sobre el antebrazo izquierdo, cuya mano se
posa sobre el hombro derecho. Otro método de estabilización es la “bolsa de frijoles”, la cual consiste
en colocar una bolsa de granos sobre la ventana de un automóvil estacionado, sobre una roca, etc. contribuyendo simultáneamente a estabilizar la cámara y proteger el equipo. (El autor utiliza una bolsa de 5
lb de arroz, dentro de una funda de tela, a manera de almohada).

 

◙ Configuración esencial del equipo. El equipo debe usarse en modos “creativos”, ya que el modo automático puede causar problemas, por ejemplo, enfocar una hoja o flor de gran contraste que está muy cerca del ave que intentamos fotografiar, en lugar del objeto perseguido, el cual podría quedar desenfocado. Los modos creativos recomendados son principalmente la “prioridad de apertura” y la “prioridad de velocidad”. En estos modos, el fotógrafo decide sobre uno de los dos aspectos centrales de la exposición fotográfica: la apertura del lente o la velocidad de obturación. Cuando se selecciona uno de estos dos aspectos, el otro aspecto queda automático, a decisión del software de la cámara digital para equilibrar la exposición. Asimismo, es necesario
programar adecuadamente el enfoque de la cámara, se recomienda usar enfoque puntual (spot) al centro, a fin de apuntar al ave, generalmente en un ojo y evitar así que la cámara enfoque otra parte del ave o del
entorno cercano. En cuanto a la composición, lo usual es centrar el ave en el marco. Un tercer aspecto de la configuración es la sensibilidad a la luz, conocido como ISO. En general, es conveniente usar el menor nivel
posible (ISO 100 ó 200), en forma fija, no automática, a fin de reducir el “ruido” inherente al aumento de la sensibilidad. No obstante, al reducirse considerablemente la luz natural -por ejemplo, a medida que se hace
tarde en el bosque- se hace necesario elevar el número ISO para facilitar una mayor velocidad del obturador y evitar así que la fotografía quede “movida”. Aunque las cámaras modernas permiten aplicar números
ISO altos, el nivel tolerable depende de la calidad de la cámara, en nuestra experiencia rara vez puede ser más alto que 800 o 1600 sin ser evidente. Si se está utilizando flash externo, como por ejemplo, cuando
se fotografía colibríes, el ISO no puede ser tan alto, ya que se “lavan” las fotos (quedan sobreexpuestas, es decir, muy blancas). En el caso de flash, es conveniente limitarse a un ISO de 400. A fin de evitar que la foto
quede “movida”, una regla práctica es disparar a una velocidad mínima equivalente al recíproco de la longitud focal. Por ejemplo, si la distancia focal a la que tomará la fotografía es 400mm, la velocidad mínima
debería ser 1/400. En prioridad de velocidad sería necesario dejar el ISO automático, para que, dada la apertura seleccionada, se pueda balancear la velocidad según esta regla. Por supuesto, configuraciones diferentes para los aspectos tratados y para muchos otros son posibles, según la experiencia y destreza del fotógrafo. Se recomienda ampliar sobre estos temas en textos y materiales sobre fotografía de aves.

 

◙ Un aspecto final de esta introducción sobre la fotografía digital, es el almacenamiento y procesamiento posterior de las imágenes. Respecto a lo primero, es importante disponer de un disco duro de amplia capacidad en razón de los tamaños crecientes de los archivos de fotos, un disco preferiblemente externo, a fin de separarlo del riesgo de ser borrado a causa de virus o problemas similares que suelen ocurrir al disco que alberga el Sistema operativo. Asimismo, es necesario hacer respaldos regularmente en discos u otro medio conveniente. En cuanto al post procesamiento, lo ideal es no requerirlo, es decir, las fotos deben tener la mayor calidad posible según tomadas en campo, además, no es conveniente alterar los colores naturales. En algunos casos es util aplicar una edición mínima, sobre todo ajuste leve de contraste y saturación; esto se logra con la herramienta “Niveles” (Levels) de los programas de edición de imágenes. Otra posible corrección es para las fotos ligeramente movidas por falta de velocidad en la toma, en este caso se puede utilizar la herramienta “Nitidez” (Sharpen). Estas son correcciones aplicadas en forma general a todo el marco de la fotografía. Los más conveniente sería aplicar correcciones especificas al ave, mediante una herramienta profesional, tal como Adobe Camera Raw, de Photoshop, y aplicar correcciones al contexto del ave en forma separada”. Finalmente,
una herramienta muy usada es el “Recorte” (Crop), para aislar el ave según interese en la impresión y/o publicación. Si no se dispone de programas de software profesionales, es posible utilizar programas gratuitos, todos tienen las herramientas esenciales descritas. Respecto a la paciencia, es crucial. Esperar tras un arbusto o árbol a que aparezca un ave en el bosque proporciona muchos réditos, sobre todo cuando se ha determinado que es una zona muy frecuentada por las aves. La paciencia implica también aceptar sin frustración los resultados de cada etapa. Si se acudió a un lugar con el objetivo de fotografiar un ave en particular y ésta no aparece, no es problema, otra especie aparecerá. Y si estuvimos cerca de fotografiar un ave que huyó, tampoco es problema, porque por cada ave que se pierde, se gana otra no esperada. Aun en lugares con supuesta alta presencia de aves, el avistamiento es en buena medida aleatorio. En la mayoría de lugares,
lo más apropiado es buscar las aves temprano, antes de las 10 am, es la parte del día en la que además, se dispone de una adecuada cantidad de luz natural. Una “buena” producción diaria es, en la experiencia del autor, fotografiar en promedio tres aves nuevas con calidad aceptable en una jornada de visita al bosque (en la costa la producción puede ser mayor). 

Para comenzar a fotografiar aves, lo más conveniente es en la costa, lagos o esteros, ya que la luz es muy abundante y las aves son más grandes. Sin embargo, lo usual es que se acuda mucho a bosques desde el inicio, debido a que quedan muy cerca de la ciudad y su costo de acceso es muy bajo.

© Héctor Quiteño 2017

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